22 jul 2008

El tour del dopaje

Debo hacer una confesión: me gusta el ciclismo; o al menos, antes me gustaba. Hasta este año, pasaba las tardes de julio viendo los últimos kilómetros de cada etapa del Tour de Francia y me emocionaba cuando una contrarreloj o una etapa fuerte de montaña podían resultar decisivas. También en septiembre me pegaba a la televisión para seguir la Vuelta a España. Por desgracia, el Giro siempre me ha pillado en época de estudiar. Pero este año es diferente; el ciclismo está en horas bajas por el maldito dopaje. Muchos buenos corredores se han quedado fuera de esta edición, bien por haberse dopado ellos, o porque se hayan encontrado positivos en sus compañeros y hayan vetado a todo el equipo.

El dopaje es una lacra para cualquier competición deportiva, ya que fulmina los principios mismos del deporte, pero como dijo el gran Laurent Jalabert "si creen que hacemos 20 etapas de 200 kilómetros solo con el desayuno en el cuerpo..." Vamos, que este año con toda la polémica, el ciclismo ha perdido el poco aliciente que le quedaba para mí. La tira de esta semana evidentemente es sobre el Tour. Que no se interprete mal lo de Pantani; utilizar a un muerto en algo cómico no es reírse de él ni mucho menos. De hecho, esta tira va dedicada a él, el mejor escalador que ha habido jamás.

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4 comentarios:

  1. Estoy bastante de acuerdo con lo que dices. Es una pena, realmente el ciclismo ha perdido todo interés para mí, con lo que me llegó a apasionar.

    Las tiras un pelín bestias, pero por eso me encantan.

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  2. Ayer aún vi el final por aquello de ser la etapa reina de montaña y porque al final Sastre se puso líder. Pero vamos, como dices, el interés ya se ha perdido.

    Intenté rebajar un poco lo de las tiras... pero es que no me sale otra cosa. Salud!

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  3. No, no rebajes nada, por Dios. Perderán espontaneidad. Que salgan como tengan que salir. Lo políticamente correcto no es gracioso ni intelectualmente estimulante.

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  4. Tienes, razón, yo también detesto lo políticamente correcto. Por cierto,

    ¡Enhorabuena a Carlos Sastre! Al final me tuve que enganchar a las últimas etapas del Tour. Y mereció la pena. La contrarreloj estuvo bastante animada.

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